Tosta de sardina en vinagre y berenjena asada

Te cuento cómo hacerla de forma sencilla pero impecable.

1. Limpia y desangra las sardinas. Primero, en un bol con agua marina mezclando 30 g de sal por cada litro de agua y lava las sardinas y quítales las escamas con la mano suavemente, porque su piel es muy fina y no necesitas desescamador. Filetea con cuidado. Luego, prepara un agua marina con mucho hielo. Desangra los lomos de sardina durante dos horas, cambiando el agua marina cada hora. Esto es la clave para que quede una sardina en vinagre suave y limpia.
2. Prepara la marinada. Mientras tanto, mezcla 1 L de agua con 500 ml de vinagre de vino blanco en un bol. Remueve bien. Una vez desangradas las sardinas, mételas en esta marinada durante 8 minutos. Así obtienes la textura, brillo y el sabor clásico de sardina en vinagre, este pescado azul que tanto nos gusta.
3. Asa las berenjenas. Precalienta el horno a temperatura alta. Pon las berenjenas en una bandeja de horno y unta un poco de aceite de oliva ellas para que se asen mejor. Hornéalas enteras hasta que la piel esté negra y la carne muy blanda. Así consigues esa berenjena asada con un toque ahumado delicioso.
4. Limpia y aliña la berenjena. Cuando estén listas, pélalas y quita todas las semillas. Pica la carne muy fina. Aliña con aceite arbequina, vinagre de Jerez y sal. Después, deja escurrir en un colador un rato. De esta forma quedará con la textura perfecta para untar en la tosta.
5. Monta las tostas. En un plato bonito pon cada tosta de pan, extiende generosamente la berenjena asada aliñada. Coloca dos lomos de sardina en vinagre. Dales un toque rápido con soplete para realzar su sabor y textura. Termina con un chorrito de aceite de oliva, sal Maldon y un poco de cebollino fresco picado.

Así tu tosta de sardina en vinagre y berenjena asada tendrá un acabado espectacular digno de recetas Michelin.