A lo largo de los años, el modelo de copa para tomar los vinos espumosos ha ido variando. Pero ¿cómo deber ser la copa de champagne?
En toda celebración o velada que se quiera recordar como inolvidable, ahí deben estar las copas de champagne o las copas de cava para un maridaje completo o el brindis final.
Su elegancia hace especial esos momentos de alegría, que queremos dar a nuestros clientes o amigos y disfrutar al máximo de estas bebidas con burbujas.
Las buenas copas de champagne potencian sus aromas y dejan libre la efervescencia de los espumosos. Además, su forma no debe afectar a la temperatura del vino.
Tipos de copas para champagne
Las copas de vino para champagne han pasado de ser bajas y anchas a altas y estrechas, o a estrechas en la base y anchas en boca.
Las primeras son las “clásicas” vintage o Pompadour, las altas se denominan “Flauta” y las altas que se abren en la parte superior se llaman “Tulipa”.
Actualmente la copa flauta se ha convertido en la preferida de los consumidores y también para la hostelería, pero no siempre fue así.
Dentro de estos tipos generales, podemos encontrar en el mercado otras variaciones. Pequeños cambios, generalmente estéticos. Pueden ser lisas o talladas o en colores.
Los sumilleres explican que, si el champagne contiene mucho carbónico, la copa debería ser del tipo Pompadour.
Si se toma muy frío, la copa flauta es la ideal. Si lo que se quiere es disfrutar de su aroma, la copa tulipa debería ser la opción elegida.
También se recomiendan las copas de vino blanco si vamos a tomar un gran champagne.
Características de los tipos de copas para champagne
Las copas tipo Pompadour fueron las primeras copas de champán, popularizadas en Francia durante el siglo XVIII. Actualmente no son las más usadas, pero sabemos que el mercado reconoce los modelos vintage y los trae de vuelta. Como hemos comentado son muy anchas y bajas con un ligero cierre en la parte final.
En los últimos años ha ido siendo sustituida por el modelo flauta, éste es el más popular en nuestros días. Su forma alargada y estrecha, permite que las burbujas suban a la superficie. Además, permite que no se varíe la temperatura del vino.
Los modelos de copas tulipa, son muy apreciados por los expertos, debido a que su forma un poco más ancha en el centro y ligera estrechez en la parte alta, conservan la temperatura, evitan que se escape el carbónico, pero el cierre final hace que los aromas se concentren y potencien la fase olfativa.
Por último, la utilización de las copas de vino blanco para los gran champagne, son recomendados por los sumilleres ya que al ser más anchas en su base potencian mucho su sabor, aunque se pierda más anhídrido carbónico que con las copas tipo flauta.
Las tendencias actuales en la hostelería y de los sumilleres, nos aconsejan para estas copas de cristal, que la boca se estreche en la parte final para que los aromas vayan a la nariz. Que sea el cuerpo alargado y de pie alto, de tal forma que no se cambie la temperatura con la mano.
Estos vinos deben servirse entre 6º y 10ºC.
Roberto Martín, sumiller del restaurante Coque **Michelin, nos comenta las características y ventajas de la copa para espumosos del modelo de Open Up de Chef&Sommelier.
Destacando su fase visual, su transparencia que deja ver la presencia de carbónicos en la copa y su forma, que permite que suban los collares y anillos en la copa de champagne de forma perfecta. Su pequeña amplitud abre los aromas cítricos y su cierre final, los llevan a nariz y boca.
Roberto Martín la califica como una copa ergonómica, fácil de manejar y muy útil para los carbónicos.
Desde ohgar.com agradecemos a Roberto sus explicaciones y buen hacer.
Os dejamos con un pequeño vídeo donde él mismo cuenta las características de la copa Open Up , a través de la cata de un vino de la región de Champagne.