Rosquillas de anís: dulces tradicionales de la abuela

Si esta Semana Santa te has quedado con ganas de más sabor tradicional, las rosquillas de anís: dulces tradicionales de la abuela para repetir son la excusa perfecta para volver a encender los fogones. Y es que estos pequeños placeres no pasan de moda. Crujientes por fuera, esponjosas por dentro y con ese aroma inconfundible a anís estrellado, estas rosquillas son uno de los grandes clásicos entre los dulces de Semana Santa que merece la pena disfrutar todo el año.
La receta que te traemos hoy es de esas que no fallan. Está basada en la forma más tradicional de preparar rosquillas de anís, sin aditivos ni ingredientes extra, como se ha hecho toda la vida. Si alguna vez te has preguntado por qué los sabores de antes eran tan especiales, la respuesta está en estas recetas sencillas pero llenas de mimo. Justo lo que nos ofrecían nuestras madres o abuelas, esos dulces tradicionales que alegraban la casa con su olor y su sabor.
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Ingredientes para unas rosquillas con sabor de siempre
Los ingredientes son muy fáciles de encontrar y probablemente ya los tengas en casa:
- 375 g de harina
- 125 g de leche
- 100 g de azúcar
- 1 huevo (tamaño L)
- 50 ml de aceite
- 30 ml de anís
- 8 g de levadura o polvos de hornear
- La ralladura de medio limón
- Una pizca de sal
- Aceite para freír
- Azúcar para rebozar
Proporciones/comensales:
8 personas
Dificultad:
Fácil
Elaboración:
Preparación: 30 minutos
Cocinado: 10 minutos
Tiempo total: 40 minutos aproximadamente
Como ves, esta receta de postre es sencilla y rápida. No necesitas robots de cocina ni utensilios complicados. Solo un buen bol, tus manos y ganas de disfrutar de unos buenos dulces típicos. Además, la ralladura de limón y el anís estrellado le dan un toque aromático irresistible.

Paso a paso: cómo hacer rosquillas de anís
- En primer lugar, coloca el huevo en un bol grande. Añade el azúcar y bate bien hasta que la mezcla esté espumosa. A continuación, incorpora la ralladura de limón, la leche, el aceite, el anís y la pizca de sal. Mezcla todo con cuidado hasta obtener una masa líquida homogénea.
- Después, mezcla la levadura con una parte de la harina tamizada. Ve incorporando esta mezcla a la masa líquida poco a poco, mientras remueves. Continúa añadiendo el resto de la harina hasta que consigas una masa consistente, pero aún manejable.
- Luego, espolvorea un poco de harina sobre la superficie de trabajo. Vuelca la masa y amásala con las manos hasta que esté lisa y blanda. Déjala reposar unos 10 minutos. Este paso es clave para conseguir esa textura suave que caracteriza a las auténticas rosquillas de anís.
- Una vez pasado el tiempo de reposo, toma pequeñas porciones de masa, haz una bola con cada una y abre un agujero en el centro con el dedo. Así obtendrás la forma tradicional de rosquilla que tanto nos gusta.
- En una sartén, calienta abundante aceite para freír. Cuando esté muy caliente, añade las rosquillas y fríelas por ambos lados hasta que estén doradas.
- Por último, retira del fuego las rosquillas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Mientras aún están calientes, espolvoreadas con azúcar. Y ya las tienes listas para disfrutar.
Presentación del chef:
Lo mejor es colocarlos en una olla con tapa, pero dejándola semi cerrada. A la hora de llevarlas a la mesa, puedes colocarlos en un plato de presentación bonito o en un pie para postres que queda un poco elevado de la mesa y es muy estético. También como nuestra chef puedes poner sobre una tabla que da un ambiente más rústico.

Un clásico que nunca falla
Aunque junto a las torrijas son los dulces típicos de Semana Santa, las rosquillas de anís se disfrutan igual en cualquier época del año. De hecho, si te has quedado con ganas de más tras las fiestas, ahora es el momento ideal para revivir esos sabores en casa.
Y lo mejor de todo es que se conservan muy bien durante varios días, por lo que puedes prepararlas con antelación y tener un bocado delicioso siempre a mano.
Este tipo de dulces de la abuela nos conecta con la cocina de antes, la que no tenía prisas y se basaba en ingredientes sencillos. Son postres caseros que se transmiten de generación en generación y que siguen conquistando paladares. ¿Y cómo no iban a hacerlo, si están tan ricas?
Y si las sirves con un café o una infusión, tienes el acompañamiento perfecto para una merienda, una sobremesa o un antojo a media tarde.
¿Te animas a prepararlas?
Si eres de los que disfrutan haciendo repostería casera y te gustan los sabores de siempre, estas rosquillas de anís son una apuesta segura. Son fáciles, rápidas y no necesitas utensilios especiales. Eso sí, con el menaje adecuado —un buen bol, una sartén con fondo grueso y una espumadera— todo será más sencillo.
Y recuerda: no hace falta esperar a Semana Santa para disfrutar de los mejores dulces tradicionales. Con esta receta, puedes tener en casa todo el sabor de los dulces de la abuela, cuando tú quieras.
¿Te has quedado con ganas de más tras las fiestas? Pues ya tienes la excusa perfecta para volver a disfrutar de uno de los dulces de Semana Santa más queridos. ¡Manos a la masa!
Productos OhGar utilizados:
CREADORA
Bea
Bea es la creadora de los blogs Bea Recetas y más, un blog de recetas fáciles y sencillas para cocinillas y principiantes, y del blog I love bundtcakes. Es una apasionada del mundo de la cocina y la repostería que colabora con OhBlog para aportar su toque de «saber» y de «sabor» a nuestro día a día.