En este post te explicamos como encontrar una copa que sea versátil y que se adapte a cualquier tipo de vino, ya sean blancos, tintos, rosados e incluso espumosos.
Los restaurantes “gastronómicos”, que buscan ofrecer un servicio de vino basado en la excelencia, así como los “apasionados del mundo del vino” son conscientes de que el diseño, la capacidad y la forma de la copa influyen directamente en la percepción que tenemos de cada tipología de vino. Es por ello que, buscando esa excelencia, presentan cada tipo de vino de la carta en una copa diferente. En estos casos, se pretende que el continente y el contenido armonicen a la perfección para sacar lo mejor de cada caldo, contribuyendo así a un servicio de vino perfecto. De nada sirve tener una carta de vinos espectacular, si lo presentamos en una copa que no cumple los requisitos mínimos de una copa “enológica” o en copas que no se adapten al vino que se está degustando.
Sin embargo, muchos son los negocios que, por su orientación más “casual”, informal, etc, buscan una copa muy versátil, que encaje con cualquier tipo de vino con independencia de su crianza, cepa, D.O. y demás características específicas de aquel.
En ese caso, la copa efectivamente debe ser enológica, es decir, tener una superficie de oxigenación, tener una cámara aromática para que los aromas puedan expandirse, un estrechamiento de la boca para que haya una concentración de los aromas en la parte superior del cáliz, una transparencia perfecta, para la apreciación de los colores del vino, y, por último una finura suficiente de vidrio o cristal para que en el “paso a boca” no exista un escalón que impida que se pierdan matices al entrar el caldo en las papilas gustativas.
Buscamos, por lo tanto, una copa muy versátil que se adapte bien a la gran mayoría de tipos de vinos, con independencia de sus características organolépticas.
Tal y como apunta Lucía Fuentes, Sumiller del triestrellado Restaurante Aponiente, la colección Sequence de Chef & Sommelier es una copa que, por sus características, se adapta a la perfección a cualquier tipo de vino, ya sean blancos, tintos, rosados e incluso espumosos. Se trata de una copa sin “demasiadas pretensiones”, demuestra que lo que está en la copa “es lo que es”, es sencilla y versátil, ya que, por un lado, presenta una superficie de oxigenación en la base que hace que los tintos puedan oxigenarse y desarrollar sus aromas, pero no es excesivamente amplia, para que los blancos ofrezcan también lo mejor de sí.
La colección cuenta con 6 capacidades diferentes para vinos, entre las que se incluye una copa flauta, además de dos copas multiusos para cerveza. Si tuviéramos que elegir solo una capacidad nos iríamos a la copa Sequence de 44 cl, una capacidad intermedia que se adapta a la perfección a cualquier tipo de caldo.
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