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Errores al usar moldes para horno y cómo evitarlos

mayo, 2025

Usar moldes para horno parece fácil, pero hay errores que pueden arruinar tus recetas si no los conoces. Tanto si eres principiante como si ya llevas tiempo entre harinas y bizcochos, este artículo te servirá para evitar fallos típicos y sacarle el máximo partido a tus moldes para horno y utensilios de repostería. Y todo sin complicarte, porque aquí te lo contamos fácil y claro.

En este artículo, te mostraremos los errores más habituales y cómo evitarlos, destacando también la importancia de contar con buenos utensilios de repostería y los mejores productos de repostería.

Si estás buscando productos de repostería buenos, bonitos y baratos, no te pierdas lo que te contamos al final.

Usar moldes inadecuados para cada receta

Uno de los errores más frecuentes es no distinguir entre los tipos de moldes según el material. Los moldes para horno no son todos iguales. Hay de acero, de silicona, de cristal… y cada uno tiene su momento.

Moldes de acero

El molde de acero destaca por su excelente conducción del calor, lo que permite una cocción uniforme. Es una gran elección para bizcochos, panes o preparaciones que requieren estructura. Eso sí, es importante engrasarlo bien, ya que no es tan fácil de desmoldar.

Moldes de silicona

Por su parte, los moldes de silicona para horno ofrecen una alternativa flexible, antiadherente y muy fácil de limpiar. Aunque retienen el calor de manera distinta, son perfectos para recetas delicadas como muffins, cupcakes o tartas suaves. Además, soportan altas temperaturas sin deformarse.

Moldes de cristal

Otra opción interesante son los moldes de cristal, ideales si quieres ver cómo evoluciona la cocción. Este material distribuye el calor de forma más lenta, pero muy homogénea, lo que resulta útil en budines y tartas. No obstante, requieren más cuidado al manipularse, ya que son sensibles a los cambios bruscos de temperatura.

Los moldes de cristal de la marca registrada PYREX® son una garantía de calidad en este sentido, ya que están fabricados con vidrio borosilicatado que soporta contrastes térmicos extremos y temperaturas de hasta 350 °C. Esto los convierte en una opción muy segura y resistente dentro del horno.

En definitiva, no todos los moldes para horno son iguales. Existen modelos específicos para tartas, bizcochos, magdalenas o panes. Por ejemplo, los moldes para tartas tienen bordes anchos y bajos que favorecen una cocción pareja. Usar un molde demasiado profundo para una receta rápida puede hacer que el centro quede crudo.

Lo ideal es tener varios moldes para hornear distintos para adaptarte a lo que vayas a preparar. El resultado cambia mucho más de lo que imaginas.

No preparar bien el molde antes de usarlo

Sí, da pereza, pero es clave: preparar el molde antes de meterlo al horno evita dramas como que se quede pegado el bizcocho. Si no usas un molde de silicona, tendrás que engrasarlo con mantequilla, aceite o spray, e incluso espolvorear harina. Este paso, aunque básico, supone una gran diferencia.

Acompañar este proceso con los mejores utensilios de repostería adecuados facilita la tarea. Espátulas, pinceles de silicona y sprays desmoldantes son parte de los utensilios repostería indispensables.

Usar moldes de baja calidad

Invertir en moldes de baja calidad suele ser un error costoso a largo plazo. Con el uso frecuente y el calor constante, estos moldes tienden a deteriorarse más rápidamente. Los moldes de acero de baja gama, por ejemplo, pueden oxidarse con facilidad si no se secan correctamente o si el recubrimiento pierde eficacia. Esto no solo afecta la durabilidad del molde, sino también la seguridad alimentaria y la presentación final de tus preparaciones.

Un buen molde distribuye el calor de forma uniforme, es resistente y duradero. Los productos de pastelería de buena calidad garantizan un acabado profesional. Además, utilizarlos mejora significativamente la experiencia en la cocina.

Usar solo el molde sin otros utensilios

Usar un buen molde está bien, pero combinarlo con otros utensilios de repostería y pastelería lo cambia todo. Hablamos de rejillas de enfriado, termómetros, espátulas resistentes, varillas eléctricas o amasadoras. Estos artículos de repostería te ayudan a controlar cada paso: mezcla, cocción y desmoldado.

Porque sí, batir a mano tiene su encanto, pero una amasadora te da una masa mucho más homogénea.

No ajustar el tiempo de horneado según el molde

Cada molde tiene un comportamiento térmico distinto. El tipo de material con el que está fabricado influye directamente en el tiempo de cocción y la textura final del postre.

Por ejemplo, los moldes de acero conducen el calor de forma rápida y uniforme, lo que permite una cocción más veloz, ideal para bizcochos que necesitan estructura.

Los moldes de silicona, en cambio, retienen el calor y lo liberan más lentamente, lo cual puede requerir unos minutos adicionales de horneado para obtener un acabado perfecto y evitar masas crudas en el centro.

Por su parte, los moldes de cristal distribuyen el calor de manera más lenta que los metálicos, pero muy constante, por lo que son ideales para postres que requieren una cocción suave y prolongada, como budines o tartas con relleno cremoso. Sin embargo, hay que tener en cuenta que pueden necesitar hasta un 10-15% más de tiempo en el horno.

No respetar los tiempos y temperaturas indicadas en la receta puede arruinar el resultado. Es importante adaptar los tiempos si se usan moldes de silicona para horno, ya que retienen el calor de forma diferente.

Además, usar los correctos suministros de repostería como bandejas, papel para hornear y temporizadores asegura un horneado óptimo.

Conclusión: cómo lograr un horneado perfecto

Evitar errores en la cocina es más fácil de lo que parece cuando cuentas con moldes para horno de calidad. Elige el tipo que mejor se adapta a tu receta, prepara bien cada molde, combina con los utensilios de repostería adecuados y ajusta bien el tiempo en el horno. Así tus postres quedarán jugosos, esponjosos y con un acabado de 10.

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