En Oh’gar sabemos perfectamente que cada maestrillo tiene su librillo y aunque a priori podamos utilizar los moldes para flanes en numerosas recetas, no cabe duda de que contar con un molde específico, hará que consigamos un resultado de diez.
¿Es lo mismo un flan que un suflé o souffle?
Para saber qué recipiente utilizar, primero debes distinguir muy bien la receta. Y efectivamente, tal y como sospechabas, no es lo mismo un flan que un suflé. Este último, cuenta con una consistencia muy esponjosa y el flan, por el contrario, es gelatinoso y suave.
El modo de cocinado también es diferente, porque aunque ambos se introducen en el horno, el flan se cocina al baño maría.
Y esta característica es lo que diferencia perfectamente el utensilio de preparación de cada uno.
Para hornear un soufflé se deben mezclar los ingredientes, y colocar la mezcla en un molde souffle previamente engrasado. La temperatura debe ser muy alta y normalmente el horneado dura entre 20 o 25 minutos. Un truco: para que el souffle no se desinfle es necesario no abrir el horno durante la cocción.
Sigue leyendo para diferenciar claramente los moldes adecuados.
Moldes para flanes
Los materiales más habituales y utilizados en este caso son los moldes para flanes tradicionales de metal o acero. Esta clase soporta perfectamente las altas temperaturas del horno y si cuenta con un recubrimiento antiadherente como el molde de acero Sweet Grey de Quid, tendremos un desmoldado perfecto.
Los moldes para suflé o moldes souffle
Los moldes que encontramos para esta receta son tradicionalmente de cerámica con el borde estriado o de vidrio pyrex. Los podemos comprar de diferentes capacidades, pero lo más habitual es que sean de tamaño individual con diferentes alturas o diámetros.
Lo más importante es que soporten las altas temperaturas del horno que requieren estas recetas.
Por ello en Oh’Gar recomendamos el molde souffle de vidrio Pyrex que garantiza una alta resistencia a las altas temperaturas.
Para degustar esta deliciosa receta, no es necesario sacarla del molde souffle, ya que lo más habitual es servirla directamente en el recipiente nada más retirarla del horno. De esta manera conseguiremos mantener la elevación y su esponjosidad.
Por otro lado, los moldes para suflés son tan bonitos que pueden presentarse tranquilamente en la mesa. Eso sí, hay que tener en cuenta el calor que desprenden para no quemarse mientras se degustan.
Ahora que ya sabes qué recipiente es el más adecuado para cada receta, no podrás resistirte a hornear un rico postre en uno de los moldes para flanes que tenemos en nuestro catálogo. Y si eres más de salado ¡adelante con el souffle!